La convergencia es un fenómeno que afecta a la industria, a la organización de las redacciones, a los sistemas de distribución y al análisis puramente académico del entorno mediático. Pero también es cada vez más una realidad, con concreciones tangibles y, sobre todo, económicamente viables. El último ejemplo lo constituye el podcast, que ha irrumpido con fuerza y en muy poco tiempo ha pasado de ser una curiosidad a revelarse como una potencia comercial en la que ya han reparado nombres como Disney, Apple o Yahoo, entre otros. 19/10/2005. El término surge de la unión de otros dos: pod significa cápsula y remite directamente al reproductor de MP3 de Apple, el iPod, y casting se refiere a la emisión (broadcasting). Se trata, por tanto, de un sistema que facilita una difusión controlada en un dispositivo concreto, que permite al usuario disponer de ese contenido cuando le convenga y que ofrece una completa portabilidad. Vinculado inicialmente al fenómeno blog, el podcasting se ha desarrollado en muy poco tiempo al facilitar que medios de toda índole ofrezcan en sus webs la posibilidad de descargarse contenidos de audio. En el caso de las radios, permiten escuchar programas concretos, con su publicidad incluida, a través de un canal alternativo a las ondas, y en el caso de los medios escritos, impresos o digitales, complementa los contenidos que se ofrecen por la vía convencional. El formato es el popular MP3, y si bien la descarga directa resulta el método más frecuente de acceso a este contenido, también está muy extendido el uso de RSS, un sistema de suscripción a emisiones concretas que tiene al tanto al usuario de las novedades de sus programas preferidos. Wikiepedia.com recoge datos de su extensión: afirma que ya son más de 4.500 las webs en inglés con contenidos relacionados con el podcasting, según iPodder.org, y más de 90 en castellano, según Podcast-es.org. Pero su valor para los grandes grupos mediáticos, lo que ha llamado la atención de casi todos los que tienen algo que decir en este sector no ha sido su rápida extensión o su facilidad de uso, sino la certeza de que el soporte tiene posibilidades comerciales. Más, incluso, que otras experiencias tecnológicas desarrolladas por los medios, como la propia red de Internet. Por ejemplo, en la actualidad algunas importantes cadenas de televisión por cable norteamericanas como MTV o VH1 ofrecen podcasts a los usuarios de sus webs. Esta última, propiedad de Viacom, lanzó en agosto su propia plataforma de podcast con archivos de audio de 15 minutos de las actuaciones que tuvieron lugar en su ceremonia de entrega de premios, los «Hip Hop Honors». La nueva era del podcasting La posibilidad de incluir publicidad en los propios archivos de podcast o el simple incremento de visitas que supone para las páginas que los contienen ya son, por sí mismos, ganchos para unos anunciantes deseosos de encontrar medios y soportes en los que sus mensajes resulten efectivos. Pero su mayor potencial, lo que le ha revelado como un fenómeno en ciernes ha sido la reciente presentación de un reproductor que permite también acceder a contenidos de vídeo. En esta batalla Apple ha vuelto a adelantarse a sus rivales. La semana pasada la compañía de la manzana presentó el vídeo iPod, que incorpora una pantalla en color de 2,5 pulgadas, destinada a mostrar portadas de álbumes y fotografías y a reproducir imágenes de vídeos musicales, podcasts en vídeo, películas domésticas y programas de televisión. El nuevo aparato tiene capacidad para 15.000 canciones, 25.000 fotos o más de 150 horas de vídeo, y se ha presentado en modelos de 30 GB por 319 euros y de 60 GB por 429 euros. Pero Steve Jobs, cara visible de la empresa californiana, no se lanza a aventuras de este calado sin asegurarse parte del negocio que pueda venir de sus aportaciones tecnológicas. En su momento ya sacó petróleo del entonces denostado sector de la venta de música por Internet, y ahora no ha presentado su nuevo reproductor de vídeo hasta tener cerrado un espectacular acuerdo con Disney que le permite ofrecer a través de su sistema algunos de los contenidos audiovisuales con más tirón del momento. Como ha afirmado Ben Bajarin, analista de Creative Strategies, en el diario Sfgate.com, la intención de Jobs es colocar a Apple «en una posición dominante en el mercado de la distribución de contenido digital». Contenidos muy atractivosAsí, su alianza con Disney se traduce en que los usuarios del nuevo sistema podrán acceder a los últimos episodios de series de tanto éxito como Perdidos, Mujeres desesperadas o Night Stalker que actualmente emite la ABC, y Las aventuras de Zack & Cody, de Disney Channel. Estos archivos estarán disponibles al día siguiente de su emisión regular por televisión y, en principio, libres de publicidad. Por cierto, las cadenas afiliadas a la ABC que emiten las series antes reseñadas han mostrado su sorpresa por el acuerdo, que decían desconocer, y su preocupación por el efecto que esto pueda tener sobre sus audiencias. El sistema permite un máximo de cinco descargas de cada archivo a ordenadores o su almacenamiento en el vídeo iPod, pero no permite la copia en CD o DVD. Según la explicación que dio Steve Jobs en la presentación del proyecto, una hora de programa requiere de 10 a 20 minutos de descarga. En el mismo foro, el nuevo CEO de Disney, Robert Iger, definió el acuerdo como “un gran matrimonio entre contenido y tecnología”. Además, el reencuentro de ambas compañías puede tener un efecto colateral muy beneficioso: la posible renovación de su acuerdo de producción y distribución sobre los productos de Pixar, creadora de Los increíbles, Toy Story o Buscando a Nemo. Su alianza está vigente hasta la presentación de Cars en junio del año que viene, pero podría extenderse en virtud de esta nueva era de relaciones entre ambas. Además, Apple redondea la oferta de contenidos para su nuevo vídeo iPod con acuerdos para la difusión a través de su plataforma de 2.000 vídeo clips musicales de artistas como Madonna, U2 o Coldplay. Estos archivos se venderán por 1,99 dólares la pieza, con lo que Jobs prueba suerte en un campo hasta ahora limitado a la promoción de artistas: intentará que los vídeos musicales, además de dar a conocer nuevos cantantes y nuevas canciones, se conviertan en una fuente de ingresos por sí mismos. El movimiento de YahooPero en esta ola de actuaciones relacionadas con la explotación comercial del podcasting hay otras grandes compañías que buscan su sitio. Tal es el caso de Yahoo, que desde esta semana está probando un nuevo servicio de búsqueda de podcast. El servicio permitirá a los usuarios clasificar y tener acceso a varios programas. También incluye funciones de búsqueda desde un directorio con decenas de miles de podcasts de toda la web. En la presentación del proyecto Geoff Ralston, jefe de productos de Yahoo, aseguró que «buscamos ser la fuente más amplia de contenidos podcast». Añadió que «el siguiente paso será ofrecer herramientas que permitan a los usuarios crear sus propios podcasts». Yahoo sigue los pasos de sitios como Odeo.com y Podcast.net, que ya permiten estas búsquedas.

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