Tomado de la Universidad e Concepción.
1.6 Grabación
Un buen productor dirige a todos los que intervienen en la producción radial: locutores, actores, técnicos, «extras».
De los actores / locutores debe obtener el sentido correcto del texto y lograr la intencionalidad deseada. El productor está al pendiente del trabajo de los técnicos: buenos niveles de grabación, cero ruidos, planos correctos, etc., pues es el responsable de la calidad del producto final.
Cabe señalar que en muchas ocasiones una sola persona cumple las funciones de productor, locutor, técnico de sonido y editor pero, en algunos formatos como las radionovelas, sketchs y otros tantos del género dramático, esto no es posible porque hay más «piezas» que articular dentro del programa, lo que demanda mayor participación.
Los efectos de sonido son algunas de esas piezas que se producen en el estudio de grabación con mucho ingenio, creatividad y buen manejo de la técnica. A pesar de existir excelentes colecciones de efectos en CDs, no todos se adaptan a nuestras necesidades y se torna imprescindible producirlos.
En el caso de otros formatos como las entrevistas o mesas redondas el productor debe reflejar su preparación previa en cuanto al tema a tratar, su manejo profesional del lenguaje y del medio.
El productor debe estar abierto a realizar cambios de última hora en el libreto, ya sea porque las frases no suenan naturales en boca de los actores / locutores, o porque hay piezas que no encajan o se escuchan mejor si las cambiamos de orden, o por algún motivo no se entienden.
Tener sensibilidad y buen oído es indispensable al momento de grabar.
Recuerda que si la grabación se realizará fuera de estudio hay que ser previsivo. Recuerda: todo lo que pueda fallar, fallará! Por eso, es recomendable probar todo el equipo técnico antes de salir y reemplazar todo aquello que pueda fallar: cables, micrófonos, pilas, etc.
1.7 Edición y montaje
Esta etapa se realiza en los programas pregrabados. Es la hora de «armar el rompecabezas». Un buen criterio y conocimiento del tema es fundamental para editar entrevistas o testimoniales. En este paso eliminamos frases confusas, repetitivas, pausas demasiado largas, ruidos… hasta obtener la esencia, lo principal de la entrevista.
En cambio si editamos dramas, la tarea principal consiste en seleccionar la mejor toma, la mejor actuación o, en su defecto, armar una buena toma con los pedazos de varias.
Con todo listo realizamos el montaje. Los recursos de voz (locuciones, testimoniales, entrevistas, dramatizados), los efectos de sonido (ambientes, animales, máquinas, etc.) y la música (instrumental o cantada) se enlazan lógica y armónicamente en la producción radial.
Al final pensamos en los detalles. Lo escuchamos como oyentes y nos preguntamos: ¿qué falta?, ¿qué sobra?, ¿tenemos los niveles correctos?, ¿está todo claro?, ¿cumple mis objetivos?, ¿dice lo que quería comunicar?.
Si pasa nuestra prueba crítica, es hora de confrontarlo con el oyente. Una persona ajena a la producción es muy útil para evaluar el producto. Con seguridad ella advertirá cualquier elemento que se nos haya pasado por alto. Hacemos las últimas correcciones y tenemos por fin, un programa de radio listo para su difusión.
NOTA: Las etapas de producción y post-producción van juntas en un programa «en vivo». En este caso no existe la posibilidad de edición.
1.8 El aprovechamiento didáctico
En este apartado interesa destacar la relación entre la radio y al escuela, el menor de edad como objeto del mensaje radiofónico y, en especial, como propio sujeto de ese mensaje.
Dos parámetros sitúan la conveniencia del aprovechamiento didáctico de la radio:
1.- Que la educación es básicamente comunicación: el aprendizaje de hábitos y contenidos, la asunción de códigos de conducta, el progreso en el desarrollo de las potencialidades propias, los consigue recibiendo y expresando mensajes. De la calidad de ese intercambio depende el proceso evolutivo.
2.- Cada día el niño recibe en mayor medida su información por canales ajenos a los tradicionales: la familia y la escuela.
Partiendo de la base de la complementariedad de los medios de comunicación, la respuesta educativa también debería ser interdisciplinaria: si la sociedad se expresa por medios diversos, el alumno debe conocerlos, posicionarse ante ellos y utilizarlos en su beneficio. Entre los ámbitos que fácilmente surgen a la iniciativa docente al pensar en el uso de la radio como instrumento educativo, tiene un ligar prioritario el trabajo de la lengua. Desde el aprendizaje de la voz, el dominio de mecanismos comunicacionales de expresión, lectura, dicción, entonación, estructura mental del mensaje, etc, el educador dispone de un amplio campo donde aplicar la técnica radiofónica como material didáctico.