Taller digital:
Haga su podcast y no muera en el intento
INGRID OLAVARRÍA M.

Para hacer un podcast se necesita un programa de edición de
sonido, subirlo a la web, emplear otro programa que «etiquete» a
estos archivos y promocionarlo en un «sitio-vitrina».
Muchos somos aficionados a bajar estos archivos. Somos más que
auditores: tenemos nuestro propio programa radial.

INGRID OLAVARRÍA M.

Sin buscar la fama, siempre quise tener un programa radial. Como
una Cenicienta, mi sueño se hizo realidad por los podcast.
Con muy poco de conocimiento en la materia, me di cuenta de que ser
una podcaster no era tan difícil como creía. Tenía lo necesario: un
espectacular micrófono incorporado en mi eMac, una tarjeta de
sonido, espacio web en internet y las ganas de hablar a la
multitud. Con estos elementos, lo que menos me importaba era lo
poco FM que sonaba mi voz.

Me metí a internet a ver si algún sitio enseñaba algo. Pero
parecían escritos en chino mandarín, y di bote.
Entonces me comuniqué con el profesor Carlos Toledo, fundador de
ChilePodcast.cl (www.chilepodcast.cl). Su orientación fue total; me
dijo que tenía que bajar un programa de edición de sonido y me
recomendó el gratuito Audacity (http://audacity.sourceforget. net)
Como él ya tiene experiencia, me contó que usaba uno profesional,
el CoolEdit Pro «porque ofrece miles de posibilidades, en especial
si la idea es introducir efectos y cosas espectaculares desde el
punto de vista radial».

Trabajar con Audacity fue lo mejor que me podía pasar. Me deja
grabar voz e introducir archivos musicales en MP3, WAV, AIFF, OGG.
Puedo aplicarle efectos y editar lo que no me gusta del proyecto.
Toledo también me recomendó conseguir una consola mezcladora de
sonido «para sumarle más micrófonos (y de mejor calidad que los
típicos del computador), los que resultan muy útiles si queremos
tener entrevistados en vivo». Revisé en internet. Una mezcladora o
mixer para dos micrófonos cuesta $45 mil.

Me enteré que muchos podcaster usan programas de chat de voz, como
Skype o iChat, para hacer entrevistas o hacer el programa con un
locutor ubicado en Valparaíso y otro en Madrid. No quise ser tan
osada y sólo yo fui la protagonista de mi programa.

Cuando lo terminé, le agregué unos efectos para darle un toque más
profesional en el inicio y cierre del programa. Además incluí una
cortina musical con mi canción favorita.

Luego había que guardar el archivo y elegí el formato MP3. Pero
Audacity no lo crea por sí solo pues requiere de un software
codificador, como Lame. Así que guardé mi trabajo con la extensión
WAV, lo abrí en iTunes y lo transformé a MP3.

Una vez terminado el proceso de edición, subí mi podcast de 8 MB
(suelen pesar entre 10 y 20 MB) al espacio web que mi proveedor de
internet me regala usando los típicos programas de FTP para subir
archivos a la red. En todo caso, me enteré de que algunos blogs
también sirven para este propósito.

Creía que estaba lista, pero no fue así. Me acordé de los famosos
archivos XML o RSS (Really Simple Syndication) que sirven para
actualizar nuestros podcast favoritos sin tener que visitar los
sitios de sus creadores.
Para saber cómo hacer estos archivos,
hablé con el ingeniero en computación Thomas Fruin, creador de
PodcastExtra (http://podcastextra.fruin.cl).
Fruin me aconsejó usar programas como Podcast Maker, Podifier o
Podcast RSS Buddy. Me tincó Podcast Maker, bajé su versión de
prueba por 30 días y fue bien fácil manejarlo (
www.potionfactory.com/podcastmaker).

Lo primero que hace fue identificar el podcast con las llamadas
etiquetas ID3: darle un título, nombre del autor, redactar una
pequeña descripción, ingresar la dirección web en donde se aloja el
archivo. Usando la técnica «drag and drop» se arrastra el archivo
en MP3 y se identifica como el primer capítulo (la idea del podcast
es mantener varios episodios disponibles) y finalmente se publica.
¡Al fin estaba listo mi podcast! Sólo quedaba lanzarlo a la fama.

Para ello existen cientos de sitios que ofrecen vitrina gratis:
Podcastdirectory.com, YahooPodcast, Podcast.net, Odeo.org,
PodcastAlley, Ourmedia.org y lo mejor es que indican paso a paso lo
que hay que hacer.

Ya existe una suerte de versión 2.0 del podcast. Están los
videopodcast, con videos en un tamaño apto para reproducirse en
dispositivos como el iPod video. Y también están los Podcast Extra,
con información multimedia que complementa la narración.
¡Voy a hacerme uno! … aunque esto es harina de otro costal.
Internet tiene sonido

Los podcast son archivos sonoros en formato MP3, AIFF, OGG o WAV.
Son idénticos a un programa de radio, pero sus auditores los
descargan y escuchan en un computador o un reproductor de MP3. Lo
mejor es que se actualizan automáticamente cada vez que el PC o el
MP3 player entran en contacto con internet, siempre que el
podcaster suba una nueva versión. Para algunos los podcast son una
nueva forma de hacer radio, pero más libre.

Para todos…
La mayoría usa iTunes para suscribirse a los podcast desde nuestro
PC. En su Music Store hay un variopinto de temas, la mayoría en
inglés. Destacan los videopodcast, como Joga Bonito de Nike. Están
los monos sadomasoquistas de Happy Tree Friends y «El Podcast de
U2″ o «Leyendas de los clásicos del rock». En español, es muy
aconsejable suscribirse a Modismos Hispanos, o al tenebroso
«Relatos del más allá».

CONSEJOS
EN CHILEPODCAST dan 15 consejos para hacer su programa.

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